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ENTREVISTA AL VI PREGONERO DE LA JUVENTUD COFRADE

Hace unos meses, anunciamos la designación de D. Miguel Barba Ortiz como IV Pregonero de la Juventud Cofrade. Ahora lo conoceremos más en profundidad mediante la siguiente entrevista, en la que también nos adelantará las sendas del gran pregón con el que nos deleitará el próximo domingo 8 de marzo:

¿A qué hermandades perteneces?

Por orden de antigüedad, a la Cena, la Flagelación, el Descendimiento y las Penas. Soy hermano también de la Hermandad de la Santísima Virgen del Prado.

¿Cuál es tu sitio dentro de la Semana Santa?

Si te refieres los días grandes de la celebración, pues depende del día. Desde hace dieciocho años mi sitio está bajo las trabajaderas del paso de palio de mi Virgen del Consuelo, lugar donde más comodo me siento y en el que más afectos atesoro. Llevo varios años también vistiendo la túnica de nazareno en la querida Cofradía de las Penas el Martes Santo. El resto de los días me empapo, como espectador, de todo lo que nos ofrece esta fiesta de los sentidos, disfrutando de lo que nos regalan muchas de las Cofradías de nuestra ciudad, eso sí, con la cámara al cuello desde hace algún tiempo.

¿Qué significado tiene para ti ser cofrade?

No entendería el ser cofrade, fuera de lo que es realmente, es decir, un carisma dentro de la Iglesia. Por eso no concibo participar en la Semana Santa cofradiera sin hacerlo antes en las celebraciones litúrgicas y haberme preparado para ello durante este tiempo tan especial que nos regala la Iglesia como es la Cuaresma.

¿De dónde te vienen los orígenes cofrades?


Pues en mi casa tampoco ha habido un “espíritu cofrade” muy marcado. Pero mis padres dentro de la libertad de elección de aquello que más me llenaba, me impulsaron a participar más activamente en este mundillo, en el que siempre conté con el apoyo ilusionado de mi abuela. Y ahora, mira por donde, soy yo el que he formado una familia “cofrade”, puesto que comparto con mi mujer esta forma de vivir la fe, y esperamos transmitírsela así a nuestros hijos.

¿Cuál fue tu primera experiencia cofrade?

Pues es algo que siempre he referido cuando ha salido el tema en cualquier conversación. De niño fui a la guardería Altagracia, sita en el barrio de Santiago, y me recuerdo llevando claveles a la Reina del Perchel, cada mañana del Viernes de Dolores. Eso marca...

¿Cómo definirías a un joven cofrade?

Un joven cofrade, es, o debería ser, ante todo y sobre todo, un joven comprometido a vivir su fe en Cristo, que ha tenido la suerte de recibir el don particular de la sensibilidad cofrade, haciendo de las cofradías uno de los cauces principales en su vida para llegar a Dios.


¿Cómo crees que debe empezar su andadura cofrade un joven dentro de una hermandad?

Pues por experiencia propia diría que los Grupos Jóvenes son el mecanismo más fructífero de cara a ello, ya que el joven comparte con otras personas de su edad las mismas inquietudes. Por ello es muy importante que las Juntas de Gobierno guarden especial celo en mantener el clima adecuado para el desarrollo cristiano de los integrantes de sus grupos jóvenes, sobre todo con su ejemplo, cofrade y de vida.

¿Consideras garantizado el futuro de la Semana Santa? En caso contrario qué harías para garantizarlo.
Por supuesto que sí, quienes me conocen saben que soy muy optimista en esto. Sé que hay algunos que siempre ven todo hoy peor que ayer, pero siempre les digo que se remonten a hace 30 años, como estaba y como está nuestra Semana Santa. Independientemente de cuestiones extra-cofrades y muy dolorosas para todos, actualmente existe una generación muy consciente de cual es el papel del cofrade en la sociedad y en la Iglesia y como debe desarrollarlo. Partiendo de esto y mirando al futuro podremos legarles a nuestros hijos una Semana Santa más de Dios y menos de los hombres.

¿Crees que las actividades que desarrollan los Grupos Jóvenes son las adecuadas? En caso contrario qué tipo de actividades aconsejarías.

Cualquier actividad que desarrollen los grupos jóvenes siempre que tenga como fin último el crecimiento en la fe es adecuada. Dios nos busca, y nosotros podemos encontrarlo en cualquier actividad de nuestras vidas. Sólo hay que dejarle pasar. No obstante, en lo más “estrictamente” cofrade, un Grupo Joven nunca puede olvidar lo esencial del carisma de las Hermandades: formación, caridad y culto. Sin esto dejaríamos de ser lo que somos.

¿Qué sentiste al recibir la propuesta de realizar el V Pregón de la Juventud Cofrade?


Pues sobre todo agradecimiento. En la Cofradía del Santísimo Cristo de la Piedad, además de la vinculación familiar, tengo grandes amigos, que son buenos ejemplos de lo que es “ser cofrade”, y a los que espero no defraudar por haber confiado en mí. Más aún después de la lección de vida que nos dio nuestro amigo Nacho el año pasado...

¿Qué mensaje pretendes transmitir a los jóvenes cofrades que asistan a tu pregón?

Que la mejor manera de vivir la Semana Santa es dejarse iluminar por Cristo. Si nos dejamos cegar por otras cuestiones secundarias y perdemos lo principal de la celebración, estaremos dejando perder su esencia. Cristo nos regala muchas cosas en estos días. Sólo hay que saber mirarlas con los ojos adecuados.

¿Crees necesario realizar el Pregón de la Juventud Cofrade?


Por supuesto. Hay quienes dirán que hay muchos pregones. Es cierto. Pero algunos de ellos se van consolidando en el tiempo y se nos presentan cada año como una ocasión singular de poder escuchar la voz de los jóvenes de nuestra ciudad (aunque este año el término joven se haya dilatado hasta los límites de su acepción). La mejor respuesta, es no sólo la acogida del mismo por parte del público, sino las joyas que durante estos cinco años se nos han brindado desde este atril. Desde Ernesto, pasando por Gonzalo, Sonia o Alberto y terminando por Nacho, buenos amigos míos todos, hemos podido apreciar distintos enfoques para un mismo sentir cofrade, y eso es muy enriquecedor.

Un deseo para esta Cuaresma y próxima Semana Santa...
Que brille la luz de Dios. En el cielo azul y en nuestros corazones.