El más viejo y el más joven... El que todo deteriora o convierte en realidad...
Hay quienes lo miden con el paso de las manecillas o quienes acuden a su mente para que los segundos sean recuerdos y las horas, personas.
El sueño de cada hombre siempre ha sido detenerlo, pero nadie sabe dónde detenerlo de verdad.
Y ahí está tu Cruz, la única que nos detiene en esta acelerada sociedad. Ahí está tu costado abierto para que nos resguardemos cuando llueve ahí fuera. Y ahí está tu Eterna Piedad, la que siempre nos acompaña, y la que nos quita el miedo al paso del tiempo y nos hace olvidarnos de un último tic tac, pues no hay mejor eternidad que a tu lado.
En este suceder que afronta nuestra Hermandad se ha querido dar un paso en nuestra Identidad. Se inicia una nueva etapa donde nada debe quedar al azar y nuestro sello piadoso nos debe identificar.
No responde a una gratuita voluntad de cambio esta nueva etapa del vínculo informativo entre los hermanos y la Hermandad, que altera profundamente el diseño para enriquecer la calidad de los contenidos.
Esta nueva época, nace marcada por un pasado que se hace presente para ser futuro; y por una memoria, los hermanos que son legado de los que fueron y herencia de los que serán. Ellos, como siempre, tendrán la última palabra. Porque ellos hacen la Hermandad a la que esta publicación pretende servir, ellos son los únicos que hacen ÉPOCA.
(Editorial nº1 · Época 1)
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